sábado, 13 de diciembre de 2008

domingo, 30 de noviembre de 2008

VIDEO DE TRES OBRAS

TEXTO OBRA FIN DEL ECLIPSE 2007









Fin del Eclipse




RAMON GRIFFERO

LOS ESPACIOS DE LA ACCION

El formato escénico cómo lugar que contiene varias dimensiones narrativas que coexisten, que construyen y reconstruyen diferentes ficciones.
Una suma de instalaciones escénicas que surgen del relato y se constituyen. Este es un laberinto de ficciones donde tratamos de construir las diversas verdades escénicas.
La idea de una estructura de laberinto sin centro, de cambios de planos narrativos y de personajes que se transmutan se entrelaza a partir de la muerte y del sueño de la escena.
Una ficción es el sueño de la otra, el fin de la siguiente una acción - la muerte – el accidente que no es más que un sueño de lo precedente. Una suma de despertares, de ficciones, ensueños que se reiteran. Permitiendo los cambios de planos y la continuidad de los personajes en temporalidades diferentes.
Los lugares como espacios plásticos conceptuales que sugiere el texto.


LOS QUE REPRESENTAN

ELLA
ÉL
AQUEL

LOS ACTUANTES
ACTRIZ 1
ACTRIZ 2
ACTOR 1
ACTOR 2

Interpretan los restantes personajes (voces) de la obra




LA HISTORIA
Un telón pintado rasgado, tras el rasgado un cuerpo desnudo.

Ella dibujando un vestuario sobre el cuerpo de él.



ELLA: Ya sabes nadar y respirar bajo las aguas, ¿O no? Tan sólo recuerda ese acuario donde te gestaste. Recuérdalo cuando naufragues y las olas te cubran. Estoy bañada, traspiro, ya estoy envenenada, mis poros lo sienten... Te dejo este traje, te lo impregno, podrás vestirte sobre él, enrollarte en telas, sombreros. Que bello te está quedando, el carmesí siempre resalta la piel.

No intentes llorar, hazlo cuando no te vean, que otras lagrimas o sudores caigan sobre tu cuerpo, deja que la lluvia te moje, no importa lo externo, todo será lo otro.
Que más, no me mires así, no me veas nunca así, mírame cuando no esté, esa soy yo. Cuando ames no mires nunca lo que ves, velos cuando no estén.

Si, el dolor, aliméntate del dolor, el que no se alimenta del dolor no nacerá nunca.
El dolor será por placer, por martirio o por heroísmo, que no sea por afán.
No soy muy buena para dibujar encajes.
Anda entra en escena, espera, olvídate siempre que estas en la tierra, te hará daño, cuando la sientas y te hundas en sus calles, sus voces, olvídala mirando el universo, él no te dañará.. Ya anda, y recita bien.
Que se oscurezca todo para que salga tu voz. Habla y recuerda, sólo lo que se nombra existe.
¿Por que estoy vestida así?
Déjame, será para el instante que tenga que rasgar mis vestiduras, será para cuando unten mis extremidades en aceite y deba soportar los tormentos, ver como mis pies arden y se deshacen, pero yo, guardaré silencio.

Ve, no me mires, aún no es hora de llorar, guarda tu llanto, que nunca sepan de ti, ni de tus emociones, sólo así no podrán destruirte.
Sonríe para que te envidien, se siempre feliz así creerán que eres parte de su jolgorio. Anda, anda al escenario y ríe. Vamos, yo te acompañare.


LAS RISAS
Ambos ríen.

ÉL: Los conquistadores ya destruyeron sus templos, han tomado sus metales.
Me haré un arcabuz de oro, una litera de plata y sus estatuas las colocaré en mis jardines. Que sus hombres y mujeres sean mis sirvientes.

ELLA: Son indios sin saberlo, desaprovecharon su tiempo, que fastidio subir tantas escalinatas para que te abran el pecho y unas estatuas horribles beban la sangre de tu corazón, vamos clavadles la cruz y que trabajen en algo útil.

ÉL: ¿Se nos volverá la piel negra bajo este sol?

ELLA: Para eso están las sombrillas, el frescor de los corredores, y ese traje que te dibujé. Eres un continente blanco no lo olvides.

ÉL: Les enseñaré a ordeñar las vacas, que hagan queso y mantequilla. Hmn.

Ella: Pero que no le pongan maíz, no se les ocurre más que poner maíz en todo. Me iré, te dejo, pero no olvides, se bueno, misericordioso y castígalos, pero perdónalos, te lo agradecerán. Son extraños.

ÉL: Volverás a tu villa blanca, donde los ojos te lanzarán flechas desde sus ventanas, volverás para que martillen en tu puerta blasfemias, volverás para que te lapiden.

ELLA: Si, pero ya aprendí a reír, reiré con ellos, estaré clavando estacas en sus puertas antes que se den cuenta, lloraré cuando los hagan subir al caldazo, suplicando por sus vidas, invocaré a Dios cuando el torniquete apriete sus gargantas, iré a las misas para salvar sus almas. Ya te dije, participa siempre de sus jolgorios.

ÉL: No sé si podré construir tan buenas ficciones como tú, capaz que me traicione mi voz, o mi cuerpo, ya lo he sentido, se va solo y me lleva a placeres íntimos, pero me aleja de las grandes fiestas. Le temo a mi cuerpo. Mi mente me obedece, pero este cuerpo.
A pesar de que me dejas vestido como ellos, a pesar que sé bailar como ellos, a pesar que festejo, bebo y participo de sus comidas, me aprendo sus libros y logro hablar en sus idiomas. ¿Me estas escuchando? Mira lo bien que sé construir frases que se apropian de su lengua, podré manejar sus útiles, sus herramientas, prender una radio, cantar sus canciones, firmar las ejecuciones, pero...

ELLA: No fastidies, las velas ya surgen en el horizonte.
Miente y morirán por ti, por tus tierras, y luego desfila para recibir los honores de la victoria. Escapa si pierdes y vanaglóriate del destierro..Quién no sufre el destierro no puede conocer su patria.

Deja que fallezcan sonrientes en los campos, en los aires, diles que son héroes, constrúyele estatuas de piedra y respira seriedad cuando coloques una rosa en sus tumbas.. ¡Ay! es tan fácil construir un imperio. Es tan fácil inventar ideales, dales una razón para existir, un pedazo de tierra que crean suya, que la amen.

Dales una bandera, un Dios, no sé, conquístalos.. Es tu tiempo, mándame a buscar sólo cuando me reciban con vítores y flores, los diamantes y el oro traen mala suerte. Tienes siglos por delante, ensaya, no hay apuro. Yo estaré peinándome. Invéntales un futuro por el cual morir y tú muere por algo.
Recuerda cuando ya no tengas por que vivir. Has fracasado.

ÉL: Iré desnudo.

ELLA: Sube, anda, recuéstate en tu camarote.


EN EL BARCO

SOBRE EL BARCO EN SU CAMAROTE RECOSTADO, DESNUDO, DESPIERTA


AQUEL: Me entretuve mientras dormías, te quedan bien los encajes, un poco dispares.

ÉL: Abrázame.

AQUEL: Señor, que decís, queréis ser quemado en la hoguera, cortaos la lengua antes de repetir tales insinuaciones.

ÉL: Ya, ven, recuéstate a mi lado. Dormía, no sentí tus manos cuando me dibujabas.

AQUEL: Cuando duermes puedo acariciarte. Ahí yo sé cual es mi mirada y cual es el calor de mis manos, sólo puedo amarte cuando sueñas.

ÉL: Duerme tú ahora, o haz cómo sueñas. No en vano te llamas Sebastián.

AQUEL: Si, nací con las flechas en mi cuerpo. Me son suficientes, no quiero las tuyas. Iré a cubierta, izaré la bandera con las calaveras. Y me entretendré clavando mi espada en los pechos de esos españoles barbudos que aún creen en santos que los protegen.

ÉL: Mira por la claraboya. Cuéntame lo que ves.

AQUEL: Veo mar y más mar y tal vez los lomos de los delfines, todo lo que veo es lo que siento. Para ti es agua azul y salada, para mí es el infinito, es el mismo mar que vieron los Mayas, nunca se atrevieron a domarlo, imagínalos desembarcando en Lisboa dominando a esos pequeños portugueses con olor a pescado, construyendo pirámides en Sevilla uniéndose a los moros.
No se atrevieron a cruzar la línea del horizonte, lo mismo me puede suceder, ya no tendría sentido el estar aquí. Sí, puedo ir, yacer a tu lado, acariciar tus cabellos, montar tu cuerpo un día, dos meses, te daría placer, me darías placer y bajaríamos a los puertos a beber, tú te perderías con alguno de tus negros. Yo volvería a pedir que me cortes los cabellos, que emparejes mi barba. Tú escribiendo historias en pergaminos, inventando leyendas.
Me encantaría con tus relatos, así por mil atardeceres hasta que el encanto se desvanezca.

ÉL: Verdad que podría ser aburrido. Está salada tu piel, tus vellos gustan a anchoas.

AQUEL: No me gustan las anchoas, dan arcadas. Tenían razón, domas bien, pero una vez el caballo domado, queda en el establo y sirve para que le pongan riendas y le claven espuelas. Eres peligroso, mi destino no es de corcel.


ÉL: Navegamos para alejarnos de los puertos, para escuchar el ruido del ancla, para mirarnos tanto y descubrir que de tanto mirarnos sea mejor apartarse, es mejor que me baje y desde el muelle yo vea como el barco se aleja y detrás de una claraboya divise unos ojos sonrientes de tristeza, para que tú veas una silueta que se desvanece, que se funde entre los baúles y los pañuelos y así decir que vivimos y así tener historias que contar.

Tal vez después te envíe una foto con ella, con los infantes, y te cuente que muero acariciando mis nietos, en la casa que les dejo.
Decirte que la vida no era más que aquello, que te quiero acá conmigo para cabalgar juntos, sea por el desierto sea por entre los bosques del trópico para combatir juntos, para que tú me llores o yo te llore cuando caigas. Necesito llorar a alguien de verdad.

AQUEL: Lo sé, también deseo llorar de verdad, no por tus historias, ni por las tragedias en lugares remotos donde se derrumban casas que no conozco o mueren héroes que nunca me han hablado. Lo que deseo me asusta. Podría cortar tu cabeza guardarla en el bolso de mi montura y besarla sobre los campos de trigos. Y que el castigo fuera convertirme en estatua de mármol ahí sobre los montes de Grecia con tu cabeza en mis brazos. Cortadme las manos rapad mi cabeza y dejad que mi grito se transforme en aire.

ÉL: Una lágrima se desliza sobre mi mejilla, una que contiene todo lo que siento y escucho. Deseas morir, pero no soy capaz de prender una vela en tu cabecera. Entonces mira, me duermo, sigue dibujándome y borra tus palabras con susurros en mis oídos.

AQUEL: Cierra los parpados. Te dejaré sobre el muelle.

ÉL: Bájame del escenario, quiero volver.

AQUEL: Silencio, duerme.


LA OBRA
DESDE TIERRA OBSERVAN COMO SE ALEJA EL BARCO
Una obra se está representando


ACTRIZ 1: Él se baja del barco, camina por el muelle ¿Y cómo se que es él?

ACTRIZ 2: Una golondrina se posa en tu ventana.

ACTRIZ 1: Entonces, soy como San Francisco, las aves me hablan. Prip, prip, ahí viene, prip, es él.

ACTRIZ 2: Son metáforas, además en esta escena aún no llega. Le estás escribiendo una carta.

ACTRIZ 1: Una misiva, que nunca le llegará, se extravía, además ¿Cómo la leo?, En voz alta. ¿0 sonrió mientras escribo?

ACTRIZ 2: Sí, con música y te paseas inquieta, tienes un presentimiento. Desmáyate, ahí entro yo. “Misía, que os sucede”, luego golpean la puerta. ¡Sorpresa! Es él.

ACTRIZ 1: Supuestamente no sabe que ya estoy casada, y que no cumplí la promesa de esperarlo. Él me reprocha, yo finjo que ya no lo amó. Pero lloró a escondidas besando su foto. Le digo que tiene que retirarse, que se demoró más de lo acordado.

ACTRIZ 2: O yo te aviso. “Hay un joven que desea veros”, y así no tienes que estar auscultando el horizonte.

ACTRIZ 1: También podría haber llegado en diligencia.

ACTRIZ 2: Se supone que las vías no están libres, la guerra aún no termina.
Avancemos, sigamos el texto. “Llueve, la chimenea está prendida, el viento hace volar las cortinas, tú estás leyendo Otelo”. Nadie sabe lo que vendrá. Tú no sabes lo que sigue, así puedes sorprenderte.

ACTRIZ 1: Sí, como actriz sé lo que viene, como personaje no puedo saber el futuro. Además de hecho a mí me paso lo mismo que a ella. ¿Te lo he contado?

ACTRIZ 2: A mí, no.

ACTRIZ 1: Se fue al exilio, yo lo imaginaba rodeado de inglesas, francesas, no sabía mi dirección ni mí teléfono. Esto se prolongó por cinco, diez años. Lo fui a despedir al aeropuerto, pensando que iba de viaje, a estudiar. Le escribí tantas cartas, para mí, en realidad. Volvió y yo estaba de novia. Por eso me gusta esta obra.

ACTRIZ 2: Partamos. “Hay un joven que desea veros.”

ACTRIZ 1: “Decidle que pase, traerá noticias de España, que las diga y se retiré”

ÉL: Volved la vista Señora, que ya me es difícil nombraros así. Os sorprendo sin duda, una sorpresa que veo hace temblar vuestros labios, dejadlos cerrados que no sé si pueda escuchar la sinfonía de vuestra voz, ni los argumentos de vuestro desamor.


ACTRIZ 1. !Antonio¡ Has vuelto. Dios mío.

EL : Alejad a Dios de nuestros asuntos, no digáis nada, lo veo todo, vuestra casa, vuestra felicidad, vuestra traición a un hombre que creyó en el dulzor de vuestros labios, que en medio de la guerra sólo pensaba en volver para estrecharos y cumplir la promesa de ese amor que se pronunció tan honesto, tan casto, que por noches enteras entre el ruido de los cañones y la sangre de mis compañeros su sola existencia era la fuerza que guiaba mi sable y me acompañaba en las noches frías de Arauco. Tantas veces suspiré vuestro nombre y me desvelé en el reencuentro.
Hoy me compadezco de no haber sucumbido en el campo de batalla.

ACTRIZ 1: Deteneos, no sigáis, como osáis pronunciar la palabra traición. Fueron noches y días de llanto tan profundo que imbuida en la locura de mi amor no hubo sol que lograra alumbrar las mañanas, ni primavera que no fuese un invierno, destruida y enferma por el anuncio de tu muerte mis ojos se nublaron y mi alma se oscureció de un dolor que ni mil sangres de batallas podrían asemejarse. Jamás os traicioné, cada noche supliqué por un destino fatal que me llevase a tu lado.
Señor, señor, despertadme de esta pesadilla.

EL: Señora, ese fuego ardiendo y los gobelinos de vuestras paredes, ni lo rosado de vuestra piel me parecen pesadillas, no invoquéis lo que niega la vista, ni aumentéis mi dolor con más farsas que este corazón pueda soportar.

ACTRIZ 2: ¡Farsas, señor! No veis cómo sufre, que yo he sido testigo y sostén de sus amarguras. Controlad vuestra lengua, que ya esta casa no soporta una frase más de vuestra insidia.

EL: Insidia, insidia, sí mis manos se mancharon de sangre de araucanos, violando los principios de mi actuar, fue para poder gozar de la paz y la tranquilidad de un hogar que me esperaba, de un amor tan bello y radiante, que hasta los dioses del Olimpo envidiarían.
Sólo viví para estrecharte en mis brazos, Beatriz. Y si he de creer en
vuestros sentimientos que ahora expresáis, tomadme del brazo, dejad que esta pesadilla se vuelva sueño y seguid la pasión y la verdad de este amor.

ACTRIZ 1: No me coloquéis en este trance, debo respeto a quien me ha alhajado con su cariño y consolado en mi desesperanza, si no fuese por él, hoy tendrías que llevar rosas a mi tumba.

EL: Mil veces me hubiera inclinado en el césped del dolor y mil veces clavado la espada en mi corazón para acompañaros donde estuviereis. Y no me digáis a quien os debéis respeto.

ACTRIZ 2: Señora, es el eclipse, las aves han cesado de trinar y la luna no deja que termine esta escena.


EL ECLIPSE


AQUEL: Si el sol no quiere alumbrar la tierra, es porqué no quiere ver lo que sucede; así de fácil.

EL: O para decirnos que sin él, no existimos. Pero no le temo al eclipse de mi vista, temo que otros eclipsen mi cuerpo, el tuyo, el de ella. Nadie puede vengarse de la mano que le nubló la vida.

AQUEL: Y si pudieras. ¿Como lo harías?


EL: Escribiendo frases, para que otros las vivan, sobres los restos de escenarios que queden en la clandestinidad del olvido, para que los tres que escuchen se vuelvan a vestir con estas palabras, las susurren entre paredes oscuras, como nuestros secretos. El resto que siga creyendo en lo que deba creer, frases que nunca lograran vestir sus almas.


AQUEL: Y la obra. ¿Que sucedió después del eclipse?

EL: La obra, bueno, ella en muestra de amor abrirá su corsé para mostrarme su corazón. Pero yo sólo veré sus senos de actriz y no porque los desee, mirándolos imaginaré como él se los besaba, como penetró ese cuerpo tan delgado, en realidad no escucharía el texto, vería sus movimientos y los encontraría planos, pensando por que me dejaba para recostarse frente a alguien que no veía capaz de generar tanto placer como la pasión que nosotros vivimos, escucharé sólo su voz transformada en un espasmo, lo imaginaré a él recostado sobre ella. Pero eso es poesía, en realidad veré su vagina húmeda, seré él, la tomaré de los muslos y desesperadamente lameré su sexo para sentir lo que vivía con ese cuerpo, para darme cuenta que tal vez era tan placentero como cuando nosotros lo hacíamos.
Pero tengo que actuar.


LA OBRA - 2

ACTRIZ 1: Ya, sigamos. Estaba súper concentrada.

ACTRIZ 2: Cuando yo diga “La luna no deja que termine la escena” se oscurece el escenario por el eclipse, se deja un silencio, parte la escena anterior, y nosotras nos quedamos congeladas, vuelve la luz, te abres el corsé y le muestras los senos.


ACTRIZ 1: Ya, ahora entendí. ¿Y dónde está el actor? Que tiene que sorprendernos.

ACTOR 1: Aquí.

EL: Bueno, fin del eclipse, vuelve el sol.

ACTRIZ 1: Visteis, señor, hasta el universo se oscurece de piedad, mirad mi corazón, sentid compasión de él.

ACTOR 1: Mujer que hacéis, cubríos, mancillando mi casa y mi honor, vos quien sois, Señor, escoged las armas para limpiar esta afrenta.

EL: Dichoso escogeré las armas que ya empuñe para defender mi patria, para hoy defender esta pasión y mi sentido de existir.

ACTRIZ 1: No os venguéis con él, hacedme lo que deseéis. Yo soy la culpable que fue incapaz de velar..

EL: Lo sois, Señora, más de lo que imagináis.


(Le dispara a Actriz 1 - Le dispara a Actor 1 – Va a dispararle a la Actriz 2)

ACTRIZ 2: Piedad, Señor, que sólo soy una simple sirvienta. Fuera de aquí hay una pieza que me espera, pequeña, con un mantel puesto, donde yacen las flores que recogí de este jardín. Ahí está mi madre, que ahora cocina y espera verme llegar, y esa es su única alegría, me preguntará si llego cansada y pondrá a hervir el caldo. También, Señor, hay un amor y quien sabe un futuro, que por mi trabajo sólo puedo ver cuando se oscurece el día, con él adivinamos una vida que nos espera, levantad una tabla debajo de mi catre, ahí encontrareis mis ahorros, ínfimos pero suficientes para hacerme soñar.
Señor, yo jamás os he visto y jamás me encontrareis, para vos no soy nada y mi vida es insignificante para este planeta. Pero pensad, Señor, que para ellos soy el universo. No hagáis desaparecer su única estrella.



EL: Vengo de un país, Señora, donde nadie escuchó vuestras súplicas, vengo de un país donde hay madres que quemaron sus manos recalentando la comida de sus hijos, donde cada ruido fue una alucinación de sus pasos, de sus voces. Vengo de un país donde hay hijos que solo recuerdan la silueta de una madre alejándose entre los brazos de sus protectores. Vengo de un país donde el amor quedo esperando una felicidad truncada. Vengo de un país donde mis compatriotas no dudaron en apagar el universo.
Señora, no sabéis cómo el dolor amputó la venganza, no sabéis cómo los que hoy claman por la belleza de la vida ayer disfrutaban del placer del gatillo. Señora, mi castigo es tener que vivir en ese país.

ACTRIZ 2: Os compadezco, Señor, disparad al cielo y herid a Dios, para calmar vuestra tristeza.

EL BALAZO AL CIELO
Marines, Navegando en el Mar rojo, en el portaviones “SS Missouri”
(ACTOR 1: MARINE 1 - ACTOR 2: MARINE 2 - ACTRIZ 3: LA MADRE)


MARINE 1: ¡Un disparo!

MARINE 2: Es la primera bengala, ilumina el Missouri y tu cara se alumbra, traspiras, tranquilízate.

MARINE 1: Muéstrame de nuevo tus fotos, tu casa de California, tu perro Bobby, es simpático. Desembarcaremos al amanecer, veremos como surge el sol sobre el desierto, quiero ver los camellos en hilera sobre las dunas, las palmeras que se abren como abanicos verdes, paisajes como los murales del café Babilonia de San Diego.

MARINE 2: Toma, te regalo la de Bobby, tu sabes cuando recién llegamos de Tegucigalpa a Santa Bárbara, tenía diez años y repartía el Evening Star, con los dólares que ganaba me compraba barcos de guerra, aviones B52 y me pasaba noches enteras armándolos, venían con los cañones, las escaleras, los radares, todo lo que ves acá. Se me pegaban los dedos con el pegamento y después me entretenía despellejándomelos, el último que me compré fue este. El “USS Missouri” y ahora estoy navegando en el. Ves, esto es cumplir un sueño.

MARINE 1: Se están subiendo los pilotos. Ahí va Clark.

Canto de los marines “From the halls of Montezuma to the shores of Tripoli”

MARINE 2: “Give it to them Clark”. Árabes de mierda, por qué no se quedaron en sus carpas, comiendo dátiles y amaestrando halcones. Te fijas que cada vez que rezan a la Meca muestran el culo a Nueva York. De ahí viene todo, envidian nuestros edificios por que son más altos que sus minaretes, no te olvides que venimos a vengar, que sientan como el cielo los castiga, para que nunca más se les ocurra salir de sus
mezquitas, no les gusta cortarles las manos a los ladrones y apedrear a las mujeres que se calientan. Despegan los F16, vamos águilas elévense, dejen caer sus regalos sobre esas casuchas de arena, donde solo germinan los alacranes. Que se les ilumine el cielo de fuego y que sientan lo que es el fin de mundo. Que lloren más de lo que yo lloré esa mañana de septiembre. Bastardos, “mother fuckers”.



EN EL DESIERTO

LA MADRE: Fátima, se oscurece la ciudad y el grito de las sirenas anuncian la furia, abrázame y recostémonos sobre la tierra, también ella tiene miedo y necesita de nuestro calor.

EN EL PORTAVIONES

MARINE 1: Salieron. Dicen que tienen esas balas que explotan dentro del cuerpo y gases que desfiguran la piel, si me ves llevando mi brazo amputado en mi mano o tratando de reconstruir mis intestinos, estaré demente, como en esa película donde creían que sobrevivían cuando estaban muriendo. Dispárame por la espalda, sin que te vea, déjame sucumbir bajo el fuego amigo, no quiero transformarme en una estatua griega con mi torso musculoso, mis ojos y cejas perfectos, pero sin brazos ni piernas. No quiero ser estatua, no quiero ser símbolo de ninguna hazaña, ni arrastrar medallas sobre una silla de ruedas. Quiero volver a Quetzaltenango y pasear con mis amigos por la selva del Peten, quiero volver a ver los tucanes y trepar las pirámides de Tikal, quiero volver en sueño o en vida pero no como figura de cera.

MARINE 2: Estúpido, claro que vamos a volver pero desfilando por la Quinta Avenida, sentados sobre nuestros humvees, cubiertos de papel picado, nos vitorearan por kilómetros, todo el planeta nos mirará por las pantallas con envidia y orgullo, las mujeres desesperadas tirándose sobre nuestros cuellos, queriendo sentir nuestros muslos, gozando con la idea de tener en sus lechos a un soldado del desierto.
Mira la cubierta del “USS Missouri”, la silueta de esa flota que surca los mares, mira nuestros aviones y tanques nadie nos detendrá. Somos el imperio, sácate ese miedo latino, mira las insignias en tu traje, que dicen “USA MARINES”, te quedó claro.



EN EL DESIERTO 2
La Madre suicida

LA MADRE: Levantémonos, cesó el canto del imán, el cielo ha dejado de protegernos, la luz se esfuma y nos vuelve ciegos, escucho ya los truenos del demonio, tiembla la tierra y la vida de mis hermanos se evapora. Los templos de Nabucondosor se vuelven escombros, ya no habrá mas jardines colgantes, ni el valle del Eúfrates y el Tigris volverán a ser cuna del saber. No quiero sentir que golpean la puerta, derrúmbenla, quiero ver sus cuerpos desde mi alcoba, que no me escondan nada.
Aullaré sólo lo necesario para que vean como clama una madre frente a la destrucción de su tierra. Llevaré sus despojos, mis manos los cubrirán para que sientan un manto suave sobre sus cuerpos. Fátima, cuidad de estos enseres para vuestros hijos y contadles de su ancestro que el destino la obligó a inmolarse para poder vivir. Hoy es la noche de mi vigilia, pido que me recordéis sin llantos ni tristezas, que mi nombre Yadel Amnal se pronuncie con sonrisa en los labios y odio en el corazón, vísteme con mi tilbab que para esto por siglos hemos permanecido ocultas.
Alá. ¿Por qué me hiciste crear lo que sabías que ibas a destruir?



EN LA CIUDAD DEL DESIERTO

MARINE 2: “Fucking city, llena de polvo y calor, se me secan los labios, las pestañas el culo, todo.

MARINE 1: Parecían que dormían sobre sus rifles, me dieron susto pensé que fingían hasta que les vi el carbón en sus rostros. Volveremos.

MARINE 2: Ahí viene una, bitch, les daría hasta que griten por Mahoma, cómo nos tientan con sus ojos pardos, imagínatelas como son bajo esos trapos negros, pieles blancas, suaves con pezones morenos y duros, caderas anchas, moviéndose como en la danza de los velos, quiero una de esas, las despedazaría de rabia y placer.
Alto mujer..Documentos…no escuchaste.. Papers..Documentos.

(La mujer se hace estallar)

LA EXPLOSION
UN GRITO EN LA PLAYA
(ACTRIZ 1: ANGELA –ACTOR 2: CRISTIAN)

ACTRIZ 2: ¡Despierta!

EL: Yo había disparado al cielo y herido a Dios.

ACTRIZ 2: Ese texto te lo dije yo, fue una improvisación, después se te ocurrió disparar.

EL: Era una mujer kamikaze, yo era marine del “USS Missouri”, me despedazaron, a pesar que ya no tenía cuerpo, seguía ahí, en medio de una luz viéndole los ojos.

ACTRIZ 2: Es pura insolación, te dije aquí hay que bañarse temprano. Te voy a echar más crema y toma agua.

ÉL: ¿Te han matado en sueños?

ACTRIZ 2: Una vez, en una protesta, corría, me llegaba una bala por la espalda, caía sobre unas escalinatas, me salí del cuerpo, me miraba de lejos, todos trataban de reanimarme, estaba tendida, blanca y me desperté. A mí me gusta cuando sueño que vuelo, entre quebradas cultivadas, veo villorrios, parece que debí ser águila en la edad media.

ÉL: Colibrí, diría yo, Bueno, venimos a buscar sol y lo único que encontramos es sol. Contenta. ¿Y Ángela y Cristian?

ACTRIZ 2: Se supone que fueron a comprar frutas para el desayuno.

ÉL: Uy, estás celosa.

ACTRIZ 2: No, pero la onda es que andemos los cuatro, si es por pareja, me viro, me busco un holandés y chao.

ÉL: Mañana. ¿Dónde vamos? ¿Que hay cerca? Ve la guía.

ACTRIZ 2: Dicen, que esta playa es como lo mejor, están los pueblos coloniales, plantaciones de azúcar, campesinos pobres. Los beach boys locales, demasiado pegotes, ofreciéndose a cada rato, es apestoso y tanta onda con una cultura que ya no sirve, mucho cuento.

ÉL: Pero están re buenos, de verdad no se les cree tanta alegría, pero la necesitan para virarse de la isla. Aprovecha turismo corporal. Yo feliz.

ACTRIZ 2: Y esas gringas que caen como brutas. Si soy yo la enrollada.
Quiero algo más que calentura, proyección, proyección, el mismo mino, pero que tenga onda, que me quiera, que hagamos cosas juntos, no que sea eterno, pero para más tiempo que lo predecible. Lo estoy pasando súper bien, pero, ayer cuando nadábamos entre los corales, vivir ahí algo hubiera sido genial.
Ver que esto era la utopía, me deprime, cuantos muertos cuantas marchas, para espejismos que siempre se les ocurre a gente con barba. Los hombres con barba o bigotes me dan desconfianza; Cristo, Mahoma, Cortés, Marx, Pinochet, el Che, Stalin, Bin Laden, Hitler. No sé algo les trastorna a ustedes los pelos en la cara. Te juro mi familia estaría ahora rica y feliz si no se hubiera creído el cuento de tomar el cielo por asalto.
Me baja la sensibilidad, ayer en la puesta del sol me preguntaste que me pasaba. Los vi en la playa a todos alucinados con ese naranja en el horizonte, cuando era como estar haciendo picnic en las llanuras de Auschwitz, sabiendo que detrás de esa península están todos esos hombres de naranja, engrillados, extirpados, casi abducidos por marcianos rubios y uno dándole al mojito, al cuba libre. Debe haber sido el documental de Teresa de Calcuta me lo creí, si a nadie le importa, porqué tengo yo que enrollarme. Si igual no puedo cambiar nada.

ÉL: Escribe un manifiesto, haz una instalación. Overoles naranjas sobre neones azules y un data con puesta de sol y olvídalo. Te invente este viaje, aprovéchalo, además el único conflicto que existe es que tengo insolación.

ACTRIZ 2: Te vuelvo a echar crema y me cuentas tu vida de marine en el “USS Missouri”

ÉL: Trescientos marines en un crucero eterno, por que no hay nada más que hacer que disparar mísiles a las gaviotas. Eso es mejor que esta playa.

ACTRIZ 2: Uff, da para un largo, largo metraje porno. Para mí que estos fueron a comprar hierba y se quedaron pegados.

Cristian en la playa al lado del cuerpo de Ángela mientras la reviven, ve a él con su espalda con crema a través de la ventana de la cabaña.

ACTOR 1: Yo aquí destilando agua, con mi bermuda floreado y las olas tibias que mojan mis tobillos, congelado abro mi boca y no sale el habla, no me atrevo a poner mis labios sobre los suyos y reanimarla, tengo que ir donde Andrés, no sé cómo llegar, tengo que atravesar la arena hirviendo y cada huella marcará una angustia que borrará el viento. La veo, ella mira fijo el aire, tiene rasmillado el rostro, los salvavidas aprietan su pecho y borbotones de agua se deslizan por su cuello, le mueven sus brazos y pareciera que quisiera alcanzarme. La espalda de Andrés está blanca, tengo que correr hasta la cabaña, me verán las manos encrespadas, mis ojos rojos.
Cristina se asoma, me ve detenido en medio de esta playa, ve como traen la camilla verde y la despliegan me hace señas, se toma el pelo, Andrés se asoma yo quito la mirada y veo mis piernas tiritando, levanto la cabeza y nuestras miradas se cruzan. Cómo meteoritos se encuentran y al fin las lágrimas brotan y mi pecho se queja, y siento el hielo en todas mis venas.

ACTRIZ 2: Andrés, no me atrevo a mirar, no quiero estar aquí, no soy capaz. Varó un delfín, vamos, lo ayudamos y tomemos desayuno.

ÉL: Nada de lo que ves existe, volvamos al ayer, volvamos al departamento a ver los mapas, volvamos a pelearnos por que a mí no me gusta el sol.
Retrocedamos y no nos bajemos del bus, sigamos a otro lugar donde anidan las tortugas. Editemos re- hagamos este corto. No es más que eso una banal secuencia.

ACTOR 1: Caigo al suelo y lloro sobre un vientre que no respira. No sé qué decir, nunca he vivido esto. Que lo haga otro, yo no sé cómo actuarlo.


Ángela se levanta, Cristian toma su lugar

ACTRIZ 1: Tal vez yo pueda. No creo que me escuchen ni me vean están de espaldas abrazados mirando como yacemos en el borde, cómo les digo que nadamos entre corales y nos sumergimos en sus ciudades, cómo les digo que nos recibieron con sus colores fosforescentes, con sus aletas nos acariciaban y nos guiaron hacia cavernas blancas, las rosas del mar se abrían y nos hacían señas con sus ramas, luego llegaron ellos y nos invitaron a seguirlos, de repente ya no nadábamos, nos llevaba la corriente.
Él siguió la manta raya, yo, lo seguí a él.
Ahora estamos los dos recostados sobre la arena pero no estamos tomando sol.



ACTRIZ 2: Vuelve a dormir, desvanéceme, hazme desaparecer, cambia mi nombre, mis amigos, este lugar. ¡Hazlo! No tengo texto, cómo reacciono, qué digo, qué se hace. Aquí en el trópico siendo consolada por manos que no conozco, qué vamos a decir, cómo nos bajaremos del avión en Santiago, hazlos llegar con las frutas en las manos, que vuelvan riendo, me dará un poco de rabia, pero no esto. Además nos quedan diez días. No hago esta escena. No me lo merezco. ¡Escuchaste!



ÉL: Ven, me arde el cuerpo, es la explosión, soy yo el que me ahogué, los veo bajo el agua y quiero que estén conmigo. Cálmate es una insolación, échame más crema. ¡Mira! Allá vienen con las frutas en sus manos, nos hacen señas, pon la mesa y prepara el café, viértelo y sumérgete en él.


DESPUÉS DEL CAFÉ

ÉL: Vierto el café sobre mi cuerpo, se forman ríos sobre mi piel y queda bañado el escenario, ahora lee estos surcos, adivina mi porvenir y precavedme de lo que va a suceder, sé el oráculo de mi destino, déjame escuchar mi tragedia y déjame vivirla. Prevenidme de las desgracias y de las traiciones que me acechan, contad lo que me depara a mí y a mi pueblo, no obstruyáis vuestras visiones temiendo una reacción de pavor o desamparo, he sido educado para escucharos y negaros, y el pueblo será tan sólo un fiel sirviente de los designios que le acechan, no esperéis que sean ellos que vean más allá de sus hogares y sus arados, no estará en ellos ni descifrar las señales ni mover el timón de esta barcaza, dejadlos contentos. Que remen y beban vino, que duerman al anochecer, copulen con deseo, labren sus tierras, llenen sus alcancías y dejadlos luego reposar sobre sus cementerios, dadles el tiempo de sus enojos y alegrías, dadles el tiempo de su furia.
Que sigan inventando, vestuarios y aposentos, que pinten y manchen sus fachadas pero sobre todo dejadlos que sueñen un futuro. Por favor leedme.

AQUEL: El café os ha marcado con las líneas de vuestro destino, y la charca sobre la cual os posáis no se despega de vuestros pies, alegraos que todo lo que has dicho son tormentos de vuestra mente que quiere defenderos de falsas desgracias.
Acaso podéis llamar desgracia la luz que os ilumina, podéis llamar desgracia el verde de vuestros prados o el azul de vuestros lagos, podéis llamar desgracias los cariños que os otorgan, osáis llamar tragedia las lagrimas de vuestro rostro, la sonrisa de vuestro
corazón, nada lo que os diga por más temeroso que os parezca, no será más que el resultado de tu vivir.


ÉL: Vivir, es rasguñar el suelo para esconderme en la tierra, vivir es veros tratar de correr más rápido que el universo. Cambia el verbo que este me repugna.

ELLA: Maldita poesía, no pretendáis con palabras aprendidas descifrar lo que no está escrito, levantaos que hacéis el ridículo, si es por tocar su cuerpo no inventéis, juegos soeces, ni escenas que no ameritan ser escritas, jugad a las cartas, id a los salones de baile, empapaos del humo y del licor, inventaos un amor romántico o tortuoso, inventad jolgorios, si ya os he dicho al inicio. Estoy envenenada por el fastidio y la envidia, de tanto desear el mal pareciera que solo genero bien y me carcome la irracionalidad de mí existir. Me cansan los esclavos, me cansan los reyes, no puedo transitar entre el desprecio y la alabanza. No me miréis con esos ojos desorbitados, estoy obligada a quereros para poder despreciaros.
Ah, frases comunes que surgen de esta garganta. Que deseáis gestos bellos y sonrisas ya os las he dado por raudales.
Me agota elaborar crímenes, intrigas, sí ya hasta son artificios del vulgo.
Eso, hacedme una heroína miserable, de pies embarrados, ensuciada por las babas de hombres comunes.
Necesito ser filmada, para que las cámaras puedan gozar de las arrugas de mi cuÉLlo y la hinchazón de mis venas, tocadlas y sentid como la sangre se agita para poder cumplir con tanta pasión vacía, a mí me vais hablar del amor y la muerte, a mí que os he colocado sobre este escenario para que me entretengáis volved a vuestras naves y no os presentéis nuevamente si no me vais hacer reír.
Que de iras ya tengo marcado mi rostro y de amarguras agotada mi mente.

ÉL: Perdón, he olvidado el inicio, no os preocupéis que solo veréis sonrisas y jolgorios en nuestros rostros. No volveremos al escenario si no somos capaces de representar la alegría.

ELLA: Evitad las mascaras, los mimos, los magos, las carcajadas y los cantos que me deprimen, retomad vuestro curso y enseñadme las nuevas costas, donde habita la alegría y que sea en versos bien compuestos.



LA ALEGRIA
La vuelta de los marines

(ACTRIZ 1: CLARISA - ACTRIZ 3: ÁGATA)


CLARISA: Madre mía, madre mía, que alegría, ya llegan, anuncian por la tele que la flota se acerca, y estoy tan crespa, no me he depilado las piernas y hasta tengo cubierto los pezones con tantos cañones.. Ja, ja, ja.

ÁGATA: Arréglate niña, perfúmate y toma de mi colonia, que así nunca lucirás una argolla. Ay Dios santo, ni pollo tengo para este recibimiento. Anda compra lechugas, tortillas y un litro de vino que con apetito del sexo y del vientre llegan estos marinos.

CLARISA: Y el mole y las enchiladas, que eso les arregla la mirada.

ÁGATA: Ponte el vestido de flecos rosados, el de las fiestas y los asados, tus medias verdes con las zapatillas fucsias y arreglemos las fechas para las nupcias.

CLARISA: Tendré que darle harto tequila, para que no sienta el hedor de mis muelas henchidas. Ja, ja, ja.

ÁGATA: Ponte el azul en los parpados, el lunar en la mejilla, y en tus labios ese violeta. Que de verlos el cuerpo se les agita.


CLARISA: Dejaré el televisor prendido, para que vea su programa preferido.

ÁGATA: Anda, cambia las sabanas, pon la vela en la ventana y la música que tanto le agrada.

CLARISA: Madre mía, madre mía, que alegría.

ÁGATA: Y la bandera con los signos de la espera. Ya me voy, que no quiero interferir en este amor y no olvidéis de usar el condón.

CLARISA: ¡Ay dios mío!, que no tengo los con gusto a frambuesa y limón.
Pero por mientras ensayaré su canción, agitando la bandera con clamor.

“From the halls of Montezuma to the shores of Tripoli”

MARINE 1: He llegado con ardor, pero con dolor de ver tanto terror, te presento mi amigo que me ayudó con fervor.

CLARISA. : (Aparte) Que bello su amigo, qué haré, qué candor. Lo deseo en mi alcoba para que me trate cómo escoba.

MARINE 2: (Aparte) A esta, le metería el rabo, no se merece a este cabo.

CLARISA: Ay mi amor, te he esperado con temor, pero veo que no traéis ningún rasguño, ni en el puño, ni en el mentón y mi cuerpo desea sentir vuestro temblor.

MARINE 1: Iré a sacarme el uniforme, para que me esperéis conforme. Y darme un baño caliente, para que me aguardéis ardiente.

CLARISA: (Aparte) Me ha dejado sola, me haré la boba.

MARINE 2: (Aparte) El desierto me dejo hambriento.

CLARISA: (Aparte) Ay, Santa Gervasia, su protuberancia me tiene con ansias.

MARINE 2: La lejanía de mis días, la soledad del combate, me arrebate y deseo acostaros sobre el catre, aprovechemos mientras el se ducha.

CLARISA: ¿Y si escucha? Me tiritan las muelas por sentir su espuela.

MARINE 2: (Aparte) Uff que humedad, después de tanta sequedad.

CLARISA: (Aparte) Desgracia, es él justo cuando iba a disfrutar de su miel.

MARINE 1: Aguarden un momento, no tengan ningún impedimento, sigan con el entretenimiento, mí amante es nuestra acompañante, así que gocemos los tres de este instante.

MARINE 2: Pero permítenos una aclaración, fuimos victimas de una explosión en la mitad de un callejón, de una ciudad sin perdón, una mujer fue la causante que no merece mención. Por eso faltan algunos de nuestros miembros, que nos impiden satisfacer vuestro entretenimiento.


CLARISA: Desdicha la guerra, que genera tantas tragedias, destruyendo mi ilusión.

MARINE 2: Reavivemos tu ilusión, haciendo una escena sobre la revolución.

CLARISA: Desmayémonos y recuperemos las unidades de la acción.


EL DESMAYO

ELLA: Al fin una idea fascinante, el jolgorio de la revolución, las banderas flameando, el pueblo emocionado por su causa, quemando autos, destruyendo los símbolos de la opresión y una saludando desde el balcón. No hay nada más excitante que un hombre con el ceño fruncido de ideales, sus manos firmes, su voz ronca, cautivadora y tener que lavarle el cuerpo del barro secándole su transpiración, sentirle el corazón latir porque está lleno de convicción. Y yo la mujer que cargó su fusil, la que lo acompañó y lo animó en la encrucijada de la aflicción. Y luego ser aclamada por un pueblo que llora su victoria.
Viendo en mi el ángel que lo guió, aquella que repartió los panfletos y lo escondió en los momentos de persecución.
Vestidme con los atuendos que esto te lo represento sin tener que aprenderme ningún argumento. Pero ponedme un actor que me haga temblar de emoción.



LA REVOLUCION
(ACTOR 1: CAMARADA 1 - ACTRIZ 2: CAMARADA 2 - ACTOR 2: EL LIDER
ACTRIZ 1: ELENA)


ÉL: Que la vistan, pero que sólo aparezca al final, en la escena del balcón. Y yo le pregunto al que mira, si aun respira para volver a tomar las armas de la imaginación, y ver los actores, obreros, estudiantes y porqué no comerciantes sobre este escenario fascinante.
Yo voy a representar a Eric Boldevic, un obrero luchador por un mundo nuevo, Ahora estamos en una reunión de camaradas. Están golpeando.

CAMARADA 1: El que va entrar ahora es nuestro líder, él tuvo la educación para hacerme entender porqué no debo aceptar la explotación, vengo de una familia campesina que araba su tierra, alimentaba sus animales, trataba de vivir con dignidad. Sin embargo abusaban de nuestro esfuerzo y mi madre lloraba de impotencia frente a la explotación. Hoy me vengaré de su historia.

CAMARADA 2: Yo soy Rosa Schmidt estudiante técnica. Y voy a representar la duda, el miedo de un fracaso aun me falta convicción. Sé que existe la infamia y la injusticia pero aún no veo cómo lograr su eliminación.

ÉL: Entra nuestro líder.

LIDER: Vengo de la calle, están desfilando con sus antorchas, convenciendo a los ignorantes de nuestra nación. Ven mi cara roja de ira, es frustración, nos demoramos mucho, no quiero seguir reuniéndome hasta envejecer y tener que quitarle la mirada a mis hijos cuando pregunten por qué flamean esas banderas sobre nuestros edificios, por qué dejamos que nos dominaran y tener que morderme la lengua de vergüenza.

CAMARADA 1: Estuve con las fracciones de los estudiantes también me cargaron con su ira, y presionan para que nos decidamos, les repartí el manifiesto, los hubieras vistos con su energía varonil cantando el himno de nuestra revolución.


CAMARADA 2: Cuan seguros estamos, que cuando llamemos al paro, no nos vayan a dejar con su cobardía nuevamente abandonados. No se trata de provocar una masacre camaradas. Pero debemos organizarnos para hacer más efectiva nuestra acción.


LIDER: Lo único seguro es que el hambre, tiene un límite y que el abuso del capital no será el porvenir de la humanidad. Yo quiero que mis hijos nazcan en una patria dónde no tengan que andar mendigando su existencia, yo me entrego a los millones de obreros, trabajadores, campesinos, en el pasado sí fracasamos fue precisamente por no apoyarnos en ellos, en su mirada y en su intuición.

ÉL: Ahora yo debo dar ciertas ideas motrices para cambiar el ánimo de mis camaradas:
Camaradas, ayer nos atacaron, hirieron a nuestros partidarios, fusilaron a nuestros lideres y otros se suicidaron, hoy tenemos que re tomar sus palabras y honrar su sacrificio.

CAMARADA 2: Divisó los incendios en la ciudad y escucho el ruido de las balas.

Elena, entra, esta herida.

ELENA: Soy Elena, a los dieciséis años entre al movimiento, vengo de la calle y puse a prueba mi valentía y convicción; Íbamos cantando con nuestras banderas, ya llegábamos frente a la gobernación y aparecieron con sus palos y piedras. Siento que el aire se acaba en mis pulmones y está helada mi respiración.

LIDER: Elena, el partido y la patria te necesitan no entregues tu alma ahora, pero no dudes que mil veces te vengaremos y cuando triunfemos estarás en un sitial de honor.

ELENA: Tomadme de la mano.

CAMARADA 2: Amiga por siempre.

CAMARADA 1: Elena, mira la ira de mis ojos y la tristeza de mi alma, estés segura que desfiguraré los rostros de quienes te hirieron, no tendremos ni piedad ni compasión.

ELENA: Camaradas, escucho el himno de la victoria. Desde el más allá los acompañaré, mi vida la entrego sin miedo. Ahora cubridme con la bandera roja y negra, repetid sus palabras para que sea lo último que escuche mi corazón.

ÉL: Con gusto lo haremos; “La contemplación burguesa va camino de desaparecer en el mundo”.

CAMARADA1: Y añadió; “Camaradas un día llegará que estéis feliz de vuestra militancia y la considerareis el símbolo de una nueva luz. Y podréis decir yo estuve ahí desde el principio y hemos marchado como héroes..

LIDER: También nos dijo; “Recuerden que en el futuro no habrán clases sociales ni jerarquías”.
“Que el ideal de la libertad debe volver a ser sagrado para los pueblos.
Viva nuestro pueblo. Y vivan también los caídos de nuestro movimiento”.

TODOS: ¡Vida eterna al Fuhrer!

ELENA: Ahora me voy feliz, no olvidéis de vengarme con la muerte y el exterminio de todos los judeos, marxistas, masónicos. Adiós os quiero camaradas.


LA INTERVENCION

ELLA: Pero que falta de consideración, haber eliminado mi escena, la del balcón.
Que os aseguro era lo mejor de esta situación, no creáis que ya es hora de bajar el telón, aunque espera, aun no te he relatado cómo se sufre la traición.

ÉL: Déjame lavarle la sangre para que su cuerpo cicatrice, ha muerto para luego actuar y necesita descansar y si bien te escucho no sigas tratando de guiar mi soñar. Quiero volver a mi camarote, a una fragata de velas, donde al asomarme por la claraboya pueda respirar el aire del mar y divisar los paisajes ya que aun no decido donde desembarcar, desde este lugar solo diviso las líneas de las costas, los arrecifes y la cordillera que baja del desierto y llena de arena este mar.
Ya dibujaste mi cuerpo mira sus marcas y déjame navegar. No quiero seguir hablando a través de tu pensar, escribe tú la historia de tus sueños, que a más de a uno darán que hablar.

ELLA: Tenéis razón, pero no olvidéis que soy parte de tu creación, llevadme a España lugar de tu lengua y mi tesón, que desde las cortes cambiaré la geografía de esta nación.

EL: Es verdad, te dejaré en Salamanca, vuestro rincón, pero esas tierras ya no son la raíz de mí indignación, volveré a mirar el universo para ver si ahí encuentro un lugar para estos versos.











MIRANDO EL UNIVERSO

AQUEL: Llevas días sobre el césped, mirando las estrellas.

ÉL: Si, me acompañan estos blancos conejos, que comen el pasto de la escena.

AQUEL: No des un paso más, que caerás al precipicio de la realidad.

ÉL: Sé muy bien donde estoy, marca un círculo para que nos vean.

AQUEL: Tu nave avanza en forma espiral, ves que siempre son las mismas estrellas que te siguen al navegar.

ÉL: Sólo te escucho en mi mente y no soy capaz de verte. Me dejaste tus fotos, tu voz, ahora quiero volver a descifrar, pero esas luces no se reflejan en mi mano, ni en el verde, ni en la llanura, no hacen sombras sobre el césped y parece que no nos quisieran tocar.
Si los planetas están tan solos. Cómo yo no lo he de estar.

AQUEL: * (Cita a Rubén Darío) “Una tarde la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger. Las princesas primorosas se parecen mucho a ti. Cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así”
ÉL: Estúpido, Ahuyentaste los conejos y al planeta que venía a mí, tirémonos al césped y tapa mis oídos para escuchar el ruido de las olas y hazme olvidar que no estas aquí.

AQUEL: Si te tapo los oídos, no escucharas los monólogos.

ÉL: Dale.


LOS MONÓLOGOS
TENIENTE: - ACTOR 1: CAPITÁN - ACTRIZ 2: AMALÍA
ACTOR 2: ARMANDO)

TENIENTE: Podría haber sido esta misma noche, es el mismo ruido, un mismo silencio, sólo que estaba llena de murmullos, de pisadas, de suelas de zapatos sobre corredores de madera. Yo miraba la luna entre las cortinas cuando me entregaron el sobre. “Entra, que los firme”; me dijeron.

ARMANDO: Amalía llegó, estaba tan nerviosa, tú la escoltabas y te quedaste parado en la puerta, dejaste que me entregará un papel café donde venía envuelto un queque destrozado. “Lo punsetearon a la entrada, seguridad”, me dijo. “No te preocupes es solo verificación de rutina” le contesté. Traté de que no se diera cuenta donde estaba y pregunté por los otros, si le había comprado la comida al perro, que guardara las partituras si no el gato iba a desparramarlas. “Armando toma también esta colcha te ves entumido,” me dijo. A mi lado estaba Joaquín. “Esa es mi hermana, mi madre llega mañana de Copiapó”. Me comentó,

TENIENTE: Señora ya es hora, deben ir a acostarse, y le sonreí, aquí estará bien, mañana puede volver; A las tres.

AMALÍA : “Duerme” le dije “Mañana vendré con los abogados” y lo besé.

ARMANDO: Ya, que no me gusta verte triste. Antes de traspasar la reja giré la cabeza, y me despedí con mis dedos.

AMALÍA: La puerta se iba a cerrar y giré la cabeza. Fue como decirse buenas noches.

TENIENTE: La acompañé hasta donde estaba la guardia, les ordené que no la registraran, que estaba todo conforme.

AMALÍA: Gracias muy amable, entonces; A las tres.

ARMANDO: Menos mal que es Septiembre, Joaquín, porque en Julio nos hubiéramos congelado.

TENIENTE: Golpié la puerta. “Permiso, mi Capitán”.

CAPITÁN: Déjelos ahí, teniente. Ah, cuénteme los nombres.

AMALÍA: Taxi, taxi, “Con el toque de queda, pensé, que ya no iba a pillar ninguno”; le dije al señor.

TENIENTE: Armando Lineros.

AMALÍA: Sabe, mejor me iré caminando, no quiero llegar tan rápido, perdone la molestia.

TENIENTE: Joaquín Saldaña.

CAPITÁN: Teniente, le dije que los contara, no que me los leyera.

TENIENTE: Treinta y dos, mi capitán.

CAPITÁN: Cómo tantos, para un sólo amanecer, que sea; A las tres.

TENIENTE: ¿No lo sabrán?

CAPITÁN: Mejor, teniente, mucho mejor.

TENIENTE: Salí, tratando de convencerme que todo era correcto, que por el enemigo no debía haber compasión, luchando con mi debilidad les entregué el sobre y les dije: “Que sea a las tres”. Me miraron pidiéndome que me retractara, que absolviera al menos al músico. “Si los treinta y dos”, afirmé. Desde la ventana vi los preparativos, la llegada de los camiones, las carreras silenciosas de los soldados, el amontonar de los sacos de arena sobre el muro.



AMALÍA: Y caminé para que la noche no se hiciera tan larga, para llegar cansada y no darme vueltas por la pieza, fui contando las baldosas de la vereda, los árboles de la calle, luego los faroles, y divisé el mar. Conté las luces de los botes pescadores y me encaminé hacia ellos.

ARMANDO: Cuando nos llevaban, ya sabía que al avanzar cada paso iba descontando el tiempo de mi vida y deseaba que el lugar estuviese tan lejos, sentía el peso de mi cuerpo y recién descubrí lo maravilloso que era el caminar, como mis piernas hacían que mi cuerpo aun vivo avanzara, amé mis pies, me despedí de ellos, les agradecí por haberme llevado a través de los continentes, haberme hecho nadar, escalar los cerros y enrollarme en los cuerpos de mis amadas, ahora sin doblegarse cumplían su ultima misión. Cuando ya vendaban mis ojos escuché los gritos de Amalía, estaba en la costanera.

AMALÍA: Y caminé hacia la playa y no sé porqué me saqué las botas y pisé la arena helada, iba derecho hacia la orilla, que estaba tan espumosa, tan blanca, sentí el aire y tuve la tonta sensación que Armando caminaba a mi lado, era primavera y corrí, dejé que me despeinara el viento, tiré los pinches al suelo. Y…

TENIENTE: Desde la ventana vi como los alineaban contra los sacos. El reloj marcó las tres y no se por qué cómo en una película mi cuerpo se estrelló contra la pared y se deslizó con mis manos rasguñando los muros.

AMALÍA: ¡Armando! ¡Armando!, Le grité, te soltaron, él me hacia señas desde la goleta.

ARMANDO: Amalía, cuidado no te vayas a resbalar.

AMALÍA: Y me mojé los tobillos con el agua helada y él me izó a bordo,
Y le dije; “Por una vez fuiste puntual, son las tres”.


MIRANDO EL UNIVERSO 2


AQUEL: Ahí van, en esa goleta, más allá del precipicio.

EL: Ves cómo había que mirar el universo.

AQUEL: Y cómo no tenía que tapar tus oídos, ven bésame.

EL: Cuando no esté, recuérdame para que te excites.

AQUEL: Es bello lo ausente, aléjate de la orilla.


EL RELATO

EL: Sígueme, necesito despertar

ACTRIZ 1: Se elevaron, no cayeron al precipicio, tampoco se les quemaron sus brazos al acercarse al sol, desde las costas les lanzaron flechas, ninguna los atravesó y la goleta se esfumó en la lejanía.

ACTOR 1: Vamos al camarote, deben estar durmiendo.

ACTRIZ 2: No los encontraremos nos están soñando, si somos nosotros los que vamos en la goleta, siento que nos empezaron a transformar, lo siento en mí cuerpo nos cambiaron las costas, se empiezan a ver las luces de los puertos.


ACTOR 2: El debe desembarcar en el muelle.

ACTRIZ 2: ¿Y yo mirar su foto, creyendo que yace en los campos de Arauco?

ACTRIZ 1: Pero las luces del puerto son eléctricas, no de gas, y esos fuegos artificiales nos anuncian un año nuevo.

ACTOR 1: Abracémonos, es lo que corresponde.

ACTRIZ 1: No, son los destellos de años anteriores, tan sólo nos quieren brindar un espectáculo, nos dan señas para que hagamos fuegos y artificios sobre el escenario. Que vengan todos.



EL ESPECTACULO

ACTOR 2: Que sea con tambores y trompetas, con danzas y bailes nacionales, con coplas, y zarzuelas.

ACTOR 1: La corriente nos lleva a los roqueríos.

ACTRIZ 1: Habrá que ponerse los salvavidas, subirnos a un bote y dejar que se estrellé.

ACTOR 2: Simple, ya entendimos, es nuestro turno de dormir.

ELLA: Son los fuegos de la revuelta, ahora es mi escena en el balcón.
Cómo haré mi discurso, sin saber de quién es la victoria, sin saber de quienes son esas luces, de cual nación.

Me habéis abandonado sobre el escenario a pesar de haberte inventado toda esta ficción. Si queréis saber lo que siento, es la impotencia de la traición. Yo que te bordé los encajes, te entregué mi saber, para que lo queméis sin consideración. Vuelves a ejecutar a quien te dio el don de amar.


EL VUELO


AQUEL: Nunca llegaremos.

EL: Si, pero no nos daremos cuenta. Ya que volveremos a partir.

AQUEL: Ellos, van a naufragar.

EL: No. Se adaptaran, aprenderán a respirar bajo las aguas, y volverán a escribir sus historias. Tu sigue yo te alcanzaré, ahora necesito despertar.

AQUEL: Acepto el engaño, anda, haz lo que tengas que representar.


EL SUICIDIO

EL: Tendré que matarme, no puedo vivir, al saber que cuando subo al metro tal vez vas en el otro carro, que al bañarme en las olas tu también estés en el agua, que siempre estaremos cerca pero que nunca nos encontraremos, que aunque hablemos una misma lengua ya nunca conversaremos y aunque crea que la traición esconda un acto de amor, sólo escribo para que vengas al teatro y desde tu butaca me veas y me aplaudas.
Por eso esta pistola y por eso ahora me disparo, para poner fin a este acto.

(SÉ DISPARA- CAE - SE LEVANTA)

EL: Adoro las balas de la ficción ya que nunca han manchado de sangre el escenario.



FIN













SOBRE EL MONTAJE CHILE BI-200













Chile-Bi-200
200 años de arte escénico


No SON solo 200 años de una batalla pero 200 años del inicio de una creación artística Nacional

Son doscientos años del inicio de esta nación país Chile. Donde no solo se generan la independencia de la corona española, pero se instauran las nacientes ideas de construir una republica frente al concepto de una monarquía como forma de gobierno.

Pero también celebramos doscientos años de creación artística, de pensadores que se suman a esta nueva idea de sociedad. Dramaturgos-escritores músicos... que cuentan nuestra historia y contribuyen a formar el espíritu de una nación.

Este montaje es un homenaje a aquellos dramaturgos que a través de sus escritos reflejaron nuestro devenir y construyeron las bases de nuestra creación contemporánea.

Fueron quienes iniciaron nuestro concepto de representarnos, impulsaron el desarrollo de salas de teatro, elencos, actores, escenográfos y músicos que animaron el imaginario de nuestros predecesores y contribuyeron al desarrollo del arte occidental, con pasiones, historias formas artísticas re elaboradas desde este lugar del fin del mundo.

Ya en 1907 se crea la Sociedad de Autores Teatrales de Chile con mas de setenta miembros (tercera en Occidente) y se cuentan veinte salas en la ciudad de Santiago como grandes escenarios en nuestros principales centros urbanos...Pta Arenas- Concepción- Valparaíso-Iquique. Etc.

Como heredero de una creación artística hoy en este bi centenario años es un deber recordar a quienes impulsaron este oficio en nuestro país y permitieron el desarrollo y posicionamiento de este arte


El teatro clásico Chileno

El olvido y el rescate de un gran patrimonio

Orgullo fundamental de los países es el legado cultural artístico de su territorio.

Al no poder amar lo que se desconoce, no podemos sentirnos orgulloso de la enorme creación escenica del SXIX.

El arte escénico en su continuidad solo existe cuando se re estrena, y es el único registro de ideas pensamientos costumbres y las pasiones de un pasado que también es presente.
Por razones misteriosas la instauración de nuestro teatro clásico como parte de nuestra identidad, quedo rezagada y olvidada, negando así la posibilidad que las generaciones venideras pudieran reflejarse, en su pasado artístico.

Espero que este bicentenario sea una ocasión de reconstruir rescatar y difundir las obras de este periodo.

De ahí surge este montaje producto de una investigación histórica donde se leyó más de sesenta obras, cuatro de ellas son las que conforman este espectáculo...

Obras que no han sido re editadas desde su escritura y otras que no ven un estreno desde hace mas de ciento cincuenta años.

Hoy el espíritu de ellas, sus letras renace en el mismo lugar que las vieron surgir. Un escenario.

Sin duda el entorno ha cambiado, pero nos encontraremos que las ideas, las aspiraciones, las ficciones que construyeron aun nos acompañan. y podemos a confrontarnos a sus pensamientos que hoy reviven y constatar el acontecer de aquellos sueños y críticas o aspiraciones manifestados hace doscientos años.

Ya que cuando escribieron sobre su presente hablaron también de nuestro futuro


SOBRE LOS DRAMATURGOS CLÁSICOS A REPRESENTAR
DESDE EL EXILIO - LA EXCOMULGACIÓN
Y EL PELOTÓN DE FUSILAMIENTO

Quizás seamos la única nación que entre sus fundadores, (miembros de la primera junta nacional), contemos con dos dramaturgos Juan Egaña y Camilo Henríquez.
En la vida e instauración de sus obras en un republica naciente su creación fue ardua y llena de compromiso con las ideas que representaban sus letras. Asi Camilo Henríquez desde el exilio en Argentina escribe su texto “Camila la Patriota de América - José Antonio Torres, autor de la Independencia de Chile 1856 estrena su primera obra a los 21 años “(El Poeta Aventurero”) se embraga por la pasión escenica y por los hechos de la republica escribe en todos los periódicos de la epoca, realiza apasionadas críticas teatrales que dejan a más de una obra sin espectadores y fallece tempranamente a los 36 años. Juan Rafael Allende autor de la Republica del Jauja (1889) el mas prolífico, inserta su escritura, en los movimientos históricos, escribe a favor de Balmaceda lo que lo lleva ser condenado a muerte, ya frente al pelotón de fusilamiento una contra orden salva su vida, la iglesia no perdona sus criticas y lo excomulga y finalmente después de decenas de escrito queda pobre y olvidado escribiendo”tengo la cruel sensación de haber sido victima de las hostilidades de todos y casi todos mis conciudadanos.”
Hostilidad reiterada por el avenir que tampoco rescato su obra.
Quedó en la búsqueda, las obras de José Domingo Gómez rojas, poeta (rebeldías líricas) y dramaturgo que fallece bajo tortura a los veintitrés años en la cárcel de santiago acusado de conspiración anarquista. La plaza frente a la escuela de leyes de la U de Chile lleva su nombre, nadie sabe a quien se refiere. Su monolito fue retirado bajo la dictadura.
Historias resumidas, que podrían ser leyendas de chilenos que a través del arte entregaron su visión de la especie y de nuestro mundo.



SOBRE EL MONTAJE

Bajo la adaptación y dirección de Ramón Griffero estas cuatro obras resumidas, se nos presentan como un gran viaje escénico por diferentes periodos de nuestra historia, Colonia, independencia, Guerra del Pacifico, y Primeras luchas sociales.

Cuarenta y un personajes dan vida a estas obras.

A través del diseño escenográfico de la artista visual Javiera Torres, la puesta en escena va construyendo los lugares del espectáculo como quien arma una gran exposición sobre el bi centenario en este proceso las obras se van constituyendo y generando sus diversos espacios de acción.

El publico asiste a la construcción de estos espacios- lugares, que van poblando el escenario, una manera metáfora a su vez de cómo se va construyendo el país.

Canciones de la Lira Popular
Cantos coreografías, himnos enlazan los diferentes cuadros, canciones surgidas de textos de la Lira popular del poeta Juan Bautista Peralta 1875-1933
Con música Alejandro Miranda.

El concepto escénico desarrollado por Ramón Griffero, la dramaturgia del espacio, Se despliega ampliamente en este épico montaje.

Un lenguaje escénico contemporáneo por el cual el dramaturgo director, obtiene el Premio Loth 1999 en el Cairo, Egipto en el Marco del Festival Internacional de teatro, por su contribución al desarrollo del Teatro mundial.


REPARTO
LA CAMILA LA PATRIOTA DE SUD-AMERICA
DE CAMILO HÉNRIQUEZ 1817


Camila - Paula Jiménez
Doña Margarita - Margarita Barón
Don José - Humberto Gallardo
Yari - Matías Oviedo
Cacique Claudio Marín
Cacica Gabriela Aguilera
Diego: Mario Horton

LA INDEPENDENCIA DE CHILE
DE JOSE ANTONIO TORRES - 1853

El Director…. Mario Horton
Villalba- Humberto Gallardo
Clementina….. Taira Court
Alberto - Matías Oviedo
Manuel Rodríguez - Omar Moran
Sra. Osorio. Verónica García Huidobro
Osorio Claudio Marín

LA BATALLA DE TARAPACA
DE CARLOS SEGUNDO LATHROP -1883


Eleuterio Ramírez Omar Moran
Porta estandarte…. Mario Horton
Capitán Matías Oviedo
Sargento Juan Claudio Marín
Cantineras
Manuela -Verónica García Huidobro
Leontina - Gabriela Aguilera
Niña del Tambor - Paula Jiménez

LA REPUBLICA DE JAUJA
De Juan Rafael Allende 1899


Camaleón : Mario Horton
Cara de Palo- Matías Oviedo
La Aristocracia- Margarita Barón
Ali Caimán - Claudio Marín
La Democracia -Verónica García Huidobro
El Pueblo - Paula Jiménez
El Trabajo - Gabriela Aguilera
La Industria -Omar Moran
El presupuesto
Tío Tom - Humberto Gallardo
CANCIONES DE LA LIRA POPULAR
Letra Juan Bautista Peralta 1875-1933
-Música Alejandro Miranda

- Viva Chile independiente
- IQUIQUE
- Modo De hacer la Unión